
En un mundo donde la vida puede ser impredecible, a veces la amabilidad de los extraños puede cambiar el curso de una vida para siempre. La historia de Ruditas, una cachorra de seis meses, es testimonio de este hecho.
Un día, Ruditas fue atropellada por un automóvil y el conductor huyó del lugar, dejándola herida y sola en el pavimento. Pasaron los días y el estado de Ruditas empeoró mientras yacía allí esperando que alguien la rescatara. Su cuerpo demacrado reflejaba una tristeza infinita, pero nunca perdió la esperanza.

Afortunadamente, una mujer de buen corazón pasaba y se fijó en Ruditas. Inmediatamente pidió asistencia médica y llevó a Ruditas a la clínica veterinaria más cercana. El veterinario examinó a Ruditas y decidió brindarle la atención médica adecuada, incluida una dieta diaria. La mujer también decidió llevarse a Ruditas a casa y cuidarla hasta que pudiera volver a caminar.

Ruditas recibió amor, cariño y atención, que nunca antes había experimentado. Le dieron un baño tibio y su padre adoptivo le aplicó Bravecto para protegerla de pulgas y garrapatas y la desparasitó.

Con cada día que pasaba, Ruditas mostró un progreso notable. Su columna rota estaba sanando y su pierna lesionada estaba mejorando. Ahora, Ruditas puede moverse con facilidad en una silla de ruedas y no tiene culpa. Ella está muy feliz con su maravillosa nueva crianza.

La historia de Ruditas es un recordatorio de que la amabilidad de los extraños puede cambiar el curso de una vida para siempre. Todos deberíamos tomarnos el tiempo para ayudar a los necesitados, ya sean humanos o animales. Es nuestro deber asegurarnos de que todos los seres vivos reciban el amor, el cuidado y la atención que merecen.

¡Dale ME GUSTA y COMPARTE esta historia con tus amigos y familiares!